El juego es mucho más que diversión. El juego es un recurso educativo fundamental en la maduración infantil. Con el juego el niño pone en marcha los mecanismos de su imaginación, expresa su manera de ver el mundo que le rodea, de transformarlo, desarrolla su creatividad y le da la posibilidad de abrirse a los demás El juego tiene un papel fundamental en el desarrollo del niño. Tanto en la escuela como en el ámbito familiar los niños emplean parte de su tiempo en jugar, según sus edades y preferencias, ya sea individualmente o en grupo, dirigidos por personas mayores o libremente, con una intencionalidad pedagógica en unos casos o en otros simplemente lúdica y de relación espontánea con los demás, pero en todos los casos implica una maduración de la personalidad del niño, poniéndose de manifiesto el gran valor educativo del juego.
El juego…
Es el lenguaje principal de los niños; éstos se comunican con el mundo a través del juego.
Para los niños siempre tiene sentido, según sus experiencias y necesidades particulares.
Expresa la “vida interior del niño”; expresan sus deseos, fantasías, temores y conflictos simbólicamente a través del juego.
Refleja su percepción de sí mismos, de otras personas, y del mundo que les rodea.
Estimula todos los sentidos, desarrollando las múltiples inteligencias
Enriquece la creatividad y la imaginación.
Ayuda a utilizar energía física y mental de maneras productivas y/o entretenidas.
Jugar, posibilita elaborar pasado y presente, y se prepararse para el futuro.
Jugando se desarrollan…Habilidades físicas; habla y lenguaje; destrezas sociales; y todos los tipos de inteligencia; etc.
Es un derecho que tiene todo niño.
Como padres debemos otorgarle tiempo al juego con nuestros hijos, pues nos ayuda a conocernos mejor y estrechar el vínculo. Jugando juntos podemos demostrar a los niños nuestro amor e interés por ellos. Sentirse amado favorece el desarrollo emocional y el aprendizaje de los niños.
Es importante recordar que no son indispensables los juguetes caros. El juego puede “ponerse en acción” con o sin objetos (juguetes): por ejemplo, el clásico “veo-veo” o piedra, papel o tijera. En el arte de jugar muchas veces lo más sencillo es lo más efectivo: pelota, lápices o tizas…Lo fundamental como padres es escuchar y observar lo que el niño nos propone, respetando su ritmo y tiempos, propios y particulares de cada niño.
Juguemos junto a nuestros hijos y propiciemos momentos de juego en familia. Un niño que juega es un niño que ama la vida, que entiende y tolera situaciones difíciles, que ama, es un niño que sonríe y es feliz.